martes, 26 de junio de 2007

El pez en el agua


La novela autobiográfica de Mario Vargas Llosa revela dos aspectos gravitantes en su vida. Primero al niño-joven adicto a la literatura que vence obstáculos y enriquece su existencia gracias a un acercamiento casi místico a la felicidad a través del recorrido de millones de páginas de personajes, ideas y anécdotas literarias.Tan grande es la admiración del escritor en ciernes por autores como Sartre o Flaubert que llega a idealizar la capital francesa como imprescindible para escribir y también disfrutar de la lectura.¿será solo el ambiente literario donde Vargas Llosa se siente como pez en el agua?.
El pez también nada en el agua de los ideales. Ilusiones de bienestar para un pueblo mancillado por el poder como el Perú.A pesar de que estas aguas desembocan en una gran alcantarilla, infectada de corrupción, populismo y ambición, el Vargas Llosa político vislumbra un Perú ordenado con rigor y trabajo. Lejos del actual país gobernado por una clase política que justifica sus desfalcos con lindos discursos, demagogia y la práctica desordenada de un modelo económico poco viable.Así que el pez despierta y nada a toda velocidad para volver a las aguas de papel donde muchos queremos que esté.

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