Hay una frase de Enrique Symns en su libro "La vida es un bar" que es algo así como: "En esa época no sabía donde estaba ni a donde iba pero si me ven me avisan por favor"La segunda parte de la sexta temporada(que dicen es la última)es lo mejor que he visto últimamente en cuanto a series. Y uno de los personajes que adquiere mayor protagonismo es Anthony Soprano Jr. Este joven que en los capítulos anteriores se caracterizaba por su rebeldía y mutismo, revela ahora escuetamente toda la angustia típica de muchos adolescentes que echan por tierra sueños y un mundo idealizado. Pues los fracasos duelen más a esa edad, donde todo es a corto plazo.
Anthony sufre la guerra de Irak y la prepotencia de las multinacionales ya que esos muertos de los videojuegos y de los documentales de CNN existen de verdad.
A.J cree no tener alternativas, todo es cara o sello. Es vida o muerte, como su "intento" de suicidio que en la realidad es un llamado de ayuda.
No sentirme identificado con A.J.en lo que fue mi adolescencia es imposible, pero es un deja vu casi agradable, porque todo fue aprendizaje.
La riqueza de los Sopranos radica en la descripción psicológica de sus personajes(como en los golpes de Paulie y Sil) y esta ojalá no sea la última temporada porque quedan muchas cosas por resolver.
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