
La prolijidad lírica de Capote impresiona debido a la edad que tenía al escribir su primer libro(23 años). Un lenguaje sensual rayano en lo barroco junto a una profundidad inusual a esa edad me produce una sana envidia.Los sueños juveniles son escupidos al papel sin remordimientos y son un punto escencial dentro del contexto.
Su circo de personajes (la asombrosa Idabel junto al afrancesado Randolph y los negros supersticiosos),junto a un exquisito humor(que se agradece), son inherentes a Capote. Y se transforma en su impronta literaria que me hace gastar sin sentimientos de culpa cada último peso en su obra.
¿Recomendable?...¡Por favor!¡Es Truman Capote!
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